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El esquí español se la juega: 30% del negocio y 36 millones entre el puente de diciembre y Navidad

Las estaciones no podrán abrir durante el puente de diciembre por las restricciones y dependen de las decisiones de los gobiernos para salvar parte de la temporada. Las instalaciones comienzan a recurrir a Ertes.

Miquel López-Egea

25 nov 2020 - 05:00

El esquí español se la juega: 30% del negocio y 36 millones entre el Puente de diciembre y Navidad

 

 

El esquí nacional se la juega. El esquí español arriesga alrededor del 30% de su negocio anual, es decir, cerca de 36 millones de euros en el primer tramo de la temporada. Según cálculos realizados por Palco23, entre el puente de la Purísima y Navidad las principales estaciones españolas de esquí concentran el 30% de su negocio anual, es un porcentaje superior en términos de esquiadores. De momento, en España, los ingresos del pouente de diciembre están perdidos.

 

Según la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña de España (Atudem) en la temporada 2019-2020 las estaciones españolas sumaron 4,7 millones de esquiadores y una facturación de 119 millones de euros. La patronal explicó hace unos días que “mientras haya restricciones y no se declaren las estaciones como un corredor seguro, nos veremos con dificultades”.

 

De este modo, las estaciones dan por descontada una caída de ingresos y esquiadores por el miedo de los usuarios al Covid-19 y por las restricciones establecidas por las autoridades. Asimismo, las estaciones más expuestas al turista internacional se verán afectadas por las restricciones en los viajes. Además, como viene siendo habitual, las estaciones también están expuestas a la climatología y a la cantidad de nieve. Las fechas navideñas también influyen a la hora que el usuario tome la decisión de ir a esquiar.

 

Alrededor del 30% de los esquiadores de cada temporada corresponden al puente de la Purísima y las Navidades. El año pasado, según los datos ofrecidos por las estaciones, esta cifra supuso cerca de dos millones de esquiadores del total de 4,7 millones de esquiadores de una temporada acortada por el Covid-19.

 

 

 

 

Actualmente, ninguna estación española tiene previsto abrir antes del puente a causa de las restricciones de movilidad establecidas por las diversas comunidades autónomas. En el caso de Sierra Nevada, por ejemplo, la estación tenía previsto abrir el 28 de noviembre, pero el lunes decidió posponerlo al menos hasta el 10 de diciembre.

 

La estación andaluza recibió 50.050 esquiadores durante el puente de diciembre de 2019, mientras que en Navidad recibió 182.895 visitantes, cifra que supone un 6% y un 22% de un total de 815.000 visitantes.

 

 

 

 

El grupo Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, que opera La Molina, Espot, Port Ainé, Vallter 2000, Vall de Núria y Boí Taüll, anunció que abriría justo después que termine el confinamiento comarcal establecido por la Generalitat de Cataluña, a partir del 7 de diciembre. Según ha confirmado el grupo, el puente de la Purísima supone un 5% del volumen total de negocio, mientras que, en Navidades, un 25% del total. La estación recibió un total de 684.681 visitantes el año pasado, 33.000 personas durante el puente.

 

En la Cerdaña, donde se ubican las estaciones de La Molina y Masella, el sector turístico estima que dejarán de ingresar 3,2 millones de euros durante el puente, que supone el 20% de la facturación de toda la temporada de invierno. La comarca esperaría, en una temporada normal, la llegada de 26.000 personas a sus segundas residencias y una ocupación del 80% en los hoteles, además de 50.000 esquiadores entre las dos principales estaciones de la comarca, según datos del sector turístico de la zona.

 

Por su parte, la estación de Baqueira Beret inaugurará la temporada el 11 de diciembre con la apertura de uno de sus sectores, cuando se hayan flexibilizado las medidas impuestas por la Generalitat Catalana. El 23 de diciembre abrirán el resto de los sectores.

 

La estación considera que “no hay un porcentaje ajustado” ni se puede hacer una previsión porque “influye la cantidad de nieve, la meteorología y las fechas de las fiestas”. El año pasado, la empresa vendió 830.000 días de esquí y por el puente de la Purísima tuvo cerca de 50.000 esquiadores.

 

La estación espera cerrar el año con un 30% o un 40% menos de visitantes que en una temporada normal a causa del Covid-19, además tiene un 10% de público francés y un 8% de público británico y nórdico que da por perdido.

 

 

 

 

El grupo Aramón, propietario de las estaciones de esquí de Formigal, Panticosa, Cerler, Valdelinares y Javalambre, presentó el lunes un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) por fuerza mayor sobre toda su plantilla. La decisión seguía los pasos de Candanchú, que presentó un Erte el pasado jueves a sus 28 trabajadores.

 

Todas las estaciones han dejado claro que abrirán las estaciones si las condiciones de nieve son “oportunas”, porque, de momento, en algunas estaciones se nota la falta de nieve, aunque hay previsión de nevadas para las próximas semanas.

 

El grupo Aramón superó el año pasado el millón de visitantes, pero se quedó lejos del millón y medio que tenía previsto. Durante el puente, la estación recibió 100.000 visitantes, un porcentaje superior al resto de estaciones, mientras que en Navidad tuvo un total de 325.000 esquiadores. Para la zona, la campaña de Navidad y el puente suponen la mitad del negocio del año, mientras que el sector de la nieve representa un 7% del Producto Interior Bruto de Aragón.

 

En Andorra el panorama es diferente. Grandvalira Resorts mantiene la apertura prevista para el 4 de diciembre, aunque el público francés no puede acceder al país pirenaico, igual que el español. Sin embargo, el Gobierno de Andorra está negociando con la Generalitat de Cataluña para flexibilizar la situación.

 

La estación vendió un total de 1,6 millones de días de esquí en la temporada 2019-2020, 45.000 esquiadores accedieron a la estación durante el puente, mientras que en Navidades fueron 325.000 forfaits.

 

La temporada de esquí representa entre el 30% y el 40% del PIB del país. Por este motivo, para intentar salvar la temporada, el Gobierno realizará tests semanales a todo el sector turístico y del comercio. El 35% de los turistas de la estación es internacional, es decir, público ni francés ni español, por lo que la estación se verá gravemente afectada por las medidas impuestas por los diferentes países. 

 

En Italia la situación va más allá. A causa de la evolución de la pandemia, el Gobierno estudia no permitir abrir a las estaciones hasta después de Navidades, según adelantó ayer Corriere della Sera. La situación ha causado muy malestar entre el sector de la nieve italiano.