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Los estadios de La Liga: una asignatura pendiente
16 sep 2016 - 05:00
La revolución tecnológica de los últimos años ha provocado un importante cambio en los hábitos de consumo, ha dado un vuelco a la concepción de los espectáculos y elevado el nivel de exigencia de quienes pagan por ver un evento en directo. Sin embargo, todo este proceso enganchó a los clubes del fútbol español con un elevado endeudamiento o con la mente más puesta en proyectos faraónicos de estadio que no en funcionales y adaptando las tendencias que se empezaban a generar en Estados Unidos.
Ahora, con el saneamiento avanzado, la llegada de nuevos inversores y el alza de los ingresos por televisión, muchos de los clubes de La Liga empiezan a retomar viejas ideas o poner nuevas encima de la mesa. En total, ya hay proyectos por valor de casi 1.300 millones de euros, según la recopilación realizada por Palco23 para la Guía Económica de La Liga 2016, estudio patrocinado por el Centro de Estudios Garrigues en el que se analizan las cuentas de todos los clubes de Primera División.
Uno de los principales problemas en todo este proceso ha sido la fuerte dependencia de algunos clubes respecto al sector público. Los datos recopilados por Palco23 evidencian que sólo siete de los estadios que albergarán partidos de la Liga Santander esta temporada son de propiedad privada. El resto corresponden a concesiones municipales, por la que se paga un canon anual a cambio del derecho de uso.
Y aquí es donde están surgiendo los problemas. ¿Quién asume la inversión? Si se trata de un concurso público, ¿no tiene derecho un tercero a pujar por la nueva concesión a cambio de la remodelación? Son interrogantes que han surgido en procesos como el de la Real Sociedad, el Celta de Vigo o el descendido Rayo Vallecano.
El problema es real y la necesidad de renovación compartida por toda la industria. Junto a la Serie A, La Liga es la competición europea que tiene menos estadios construidos después del año 2000, con tres, según datos de KPMG. Por delante está la Premier League, cuyo poderío económico le ha permitido acelerar la renovación; la Bundesliga, que ejecutó muchos de los proyectos con motivo del Mundial de 2006, y la Ligue-1, que en los últimos tres años ha dado un importante salto cualitativo con laconstrucción o remodelación de casi todos sus estadios pensando en la Uefa Euro 2016.
En España, la gran oportunidad habría sido la candidatura ibérica para el Mundial de 2018, que se acabó yendo a Rusia ante la existencia de más patrocinadores. De hecho, durante la presentación de candidaturas y análisis de los proyectos, una de las principales críticas a nivel internacional fue el estado de las infraestructuras. Un problema que se ha ido alargando hasta los últimos tres años, tanto por exigencias de la patronal para que se cumplieran normas de seguridad como ahora para que lo hagan a efectos audiovisuales.
Este año habrá, por primera vez, un reglamento que obligará a todos los equipos a mejorar el estado del terreno de juego, la iluminación, homogeneizar cromáticamente la segunda U televisiva en la que antes se mezclaban decenas de creatividades de empresas locales, asegurar que las gradas se vean llenas en televisión… Todo con un objetivo: ser más atractivos para los telespectadores, pero también para que los aficionados vayan al fútbol, como la creación de una grada de animación en cada campo o la potenciación de los servicios de hospitality para atraer más empresas.
Mejor estadio, ¿igual a patrocinador?
Todos estos proyectos no sólo pueden suponer un impulso a los ingresos por taquilla, abonados y explotación comercial, sino que también podrían ser un motivo más para encontrar un patrocinador que quiera dar nombre a la instalación. En La Liga no hay un solo club que tenga vendido los naming rights del estadio, y los primeros intentos, como el del RCD Espanyol con Powr8, no salieron del todo bien. Ahora, en cambio, muchos tienen claro que será necesario un patrocinador para este activo que ayude a financiar las obras de remodelación.
El Real Madrid ya tiene un acuerdo con la petrolera Ipic una vez se ponga en marcha el proyecto, mientras que el FC Barcelona ha iniciado ya la búsqueda de un socio, con la opción de que incluso pueda ser uno tanto para la camiseta como para el Camp Nou. Es una fórmula que, por ejemplo, ya utiliza el Manchester City con Etihad y el Arsenal con Emirates. El Atleti también ha asumido la necesidad de buscar un nombre comercial de cara a su traslado a La Peineta.
En un segundo nivel, la Real Sociedad aseguró haber logrado el apoyo de Qbao, la marca china que ya luce en su camiseta, para financiar parte de las obras. Incluso el Villarreal CF, que está planteando una reforma de menor calado a las citadas, también está explorando esta opción. Y el problema puede acabar siendo el mismo: la difícil atracción para marcas internacionales por no ser clubes globales y el nulo interés que han mostrado la mayoría de multinacionales españolas por ayudar a sus equipos, a diferencia de lo que siempre ha sucedido en la Bundesliga con la industria alemana.