DiR saca su lado menos urbanita: vuelve a salir de Barcelona para abrir un club

DiR vuelve a crecer fuera de Barcelona. La cadena catalana de gimnasios se ha marcado el objetivo de expandir su red de clubes en el arranque de 2018 y va camino de conseguir ese objetivo. Según ha podido saber Palco23, la compañía ha cerrado un acuerdo para abrir un club YogaOne en Terrassa, un municipio en el que aún no opera y al que también ha llegado recientemente Altafit.

La compañía no ha confirmado si este club será franquiciado, como sí ocurre con otros YogaOne como el de Tarragona, Sabadell o el del distrito barcelonés de Gracia. La empresa franquició su marca en 2015, pero no fue hasta el año pasado cuando empezó a operar con clubes gestionados por terceros.

Los planes de la cadena pasan por subir la persiana durante primavera en el centro de la ciudad, a 500 metros del Ayuntamiento. Lo hará con el nuevo concepto de club que ha desarrollado para integrar en un mismo espacio una sala de boxeo para entrenamiento funcional y otra de cycling. El estudio contará con 650 metros cuadrados, y habilitará una sala para que el público infantil también pueda practicar yoga, una zona social y un bar, donde se ofrecerá asesoramiento nutricional.

DiR ha abierto tres clubes en lo que va de año, y hasta verano prevé inaugurar once centros más

Este proyecto se suma a los tres YogaOne anunciados por este diario en Barcelona, donde abrirá en la zona alta, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, y cerca de Sagrada Familia. Juntosa estos estará una apertura en Sant Cugat, y otros cinco clubes de proximidad, bajo la marca BDiR. En lo que va de año, la empresa ha inaugurado tres centros en Sabadell, Tarragona y Barcelona, para el que cerró una ronda de 487.500 euros, y prevé inaugurar once clubes más hasta verano. 

Las últimas cuentas facilitadas en el Registro Mercantil cifran en 42,14 millones de euros la facturación de DiR en 2016, un 3% más que en el año anterior. La compañía, que dio trabajo a 1.055 personas, cerró el año con un resultado de 657.260 euros, un 3,9% más que en 2015. Las deudas a largo plazo fueron de 19,2 millones de euros, de los cuales 11,4 millones fueron con entidades de crédito, mientras que los pasivos a corto plazo fueron de 18,7 millones.